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“Cultura de la paz en la sociedad”

  • Alejandra Azareth Guillen Vega
  • 21 nov 2021
  • 3 Min. de lectura

Por Alejandra Azareth Guillen Vega.


Vivimos en un mundo, rodeados de millones de personas, todas con diferentes maneras de pensar, de vivir y de sentir. Solo tenemos que detenernos un momento para observar que todos nosotros somos diferentes y que una de las cosas más importantes es que estamos en constante cambio ¿Cómo nos hace sentir esto? ¿aunque no estemos de acuerdo con ellos, hacemos lo posible por vivir en armonía?


La cultura de la paz está formada por un círculo de ejes los cuales son: valores, comportamientos, actitudes, prácticas, sentimientos y creencias. Estos ejes son importantes para todos nosotros porque son nuestra esencia, son nuestro ser y terminan conformando la paz.

Hay una definición muy famosa que nos dice que la paz es la ausencia de guerra, pero creo que va mucho más allá de esto. La paz la podemos formar todos, con nuestro respeto, nuestra tolerancia y nuestra cooperación. A veces se nos hace algo tan fácil pedir pero cuando nos toca dar se nos dificulta, en nuestro mundo todo es dar-recibir, todo es una cadena de cooperación pero ¿qué sucede cuando esa cadena se rompe? ¿qué pasaría con los demás? ¿Alguna vez has sentido empatía por alguien?


La cultura de la paz la tenemos que trabajar todos los días porque es algo que también tiene que desarrollarse y hay muchas cosas que necesitamos aprender y poner por obra. Todos los días se nos presentan dificultades, algunas más simples y otras más complejas, ya sea en nuestro hogar o en la calle, pero en todas ellas aplicamos la cultura de la paz.




foto: didactalia.net



¿En dónde aprendemos a desarrollar nuestra cultura de la paz? Pienso, que la empezamos a conocer desde que somos niños, cuando nuestra madre nos enseña a compartir, a no tener conflictos con nuestros hermanos, a pedir disculpas, también la desarrollamos en la escuela en el momento en que tenemos que cumplir con nuestras responsabilidades, respetar a nuestras autoridades y compañeros y con el tiempo también nosotros la vamos formando ya sea para bien o para mal.


En un inicio mencioné que la sociedad está en constante cambio y podemos verlo, las personas están cambiando su forma de pensar y su forma de vivir y es algo bueno, debemos de aprender a respetar todo punto de vista aunque muchas veces no nos agraden o no estemos de acuerdo con ellos.


Ahora bien, cuando sucede esto ¿Cómo reaccionamos? ¿realmente lo vivimos o solo pensamos que podemos hacerlo pero cuando ocurre una determinada situación en nuestras vidas actuamos con violencia? (recordando siempre que la violencia se presenta de muchas formas) Necesitamos encontrar soluciones adecuadas para todos los casos que se nos presenten, siempre con fuerza pero nunca con violencia.


Es importante mencionar no sólo nuestro actuar hacia los demás sino también el cómo reaccionamos cuando recibimos algún tipo de violencia.

Y es por eso que también es de relevancia conocer nuestros derechos humanos, conocer qué son aquellas cosas que nos pertenecen. Pelear por aquello que es nuestro pero siempre hacerlo sin violencia, pensar en nuestras libertades no llegando al libertinaje, conocer nuestros límites y los de los demás.


Desde mi punto de vista, hay mucho trabajo por hacer pero no solo debemos esperar a que los demás se levanten y actúen, la cultura de la paz también se trata de iniciativa. Es importante y sano conocer a las demás personas, su cultura, sus tradiciones, sus creencias, todo aquello que conforma su esencia.


La cultura de la paz no sólo puede aplicarse de persona a persona sino también con aquello que está a nuestro alrededor, el medio ambiente. Tener respeto por nuestra naturaleza, cuidarla, no contaminarla. Respetar a todo ser vivo. Porque más allá de lo que digan nuestras palabras nuestras acciones hablan aún más.


“Hemos convenido también que la paz es algo más que la ausencia de guerra, y tiene que ver con la superación, reducción o evitación de todo tipo de violencias, y con nuestra capacidad y habilidad para transformar los conflictos, para que en vez de tener una expresión violenta y destructiva, las situaciones de conflicto puedan ser oportunidades creativas, de encuentro, comunicación, cambio, adaptación e intercambio. Este nuevo enfoque es el que persigue la “cultura de paz”, si la entendemos como un proceso que, en primera instancia, habrá de transformar la actual “cultura de la violencia” (Vincence F, 1998)



Bibliografía:

Bonilla, E. (2018). "La cultura de paz y su importancia en el proceso de formación ciudadana en el contexto educativo colombiano". 2021, de Scielo Sitio web: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1992-82382018000300021



 
 
 

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